La variedades con altos contenidos en cannabidiol (CBD) son aquellas que, a diferencia de la mayor parte de semillas que se comercializan en la actualidad, expresan grandes cantidades de CBD, un cannabinoide que está demostrando un potencial medicinal que va mucho más allá de lo habíamos imaginado.
Aunque hay ciertos criadores y cultivadores de relevancia que consideran variedades CBD-rich a aquellas que superan el 4% de CBD, también existen otras perspectivas al respecto. Como no hay un baremo científico establecido y tampoco una forma rigurosa de medirlo, lo mejor es guiarse por el sentido común. Poner una cifra resulta un tanto absurdo si esta no se fundamenta en nada por lo que, desde nuestro punto de vista y teniendo en cuenta la situación del mercado actual de semillas (donde la gran mayoría de ellas se convierten en plantas con porcentajes escasísimos de CBD), puede considerarse CBD-rich todo aquel ejemplar que exprese una cantidad de CBD estimable y que modifique considerablemente el efecto que produce. En ocasiones esto ocurre cuando hay un 10% de THC y un 3% de CBD (ratios 3:1 de los que hablaremos próximamente), y no alcanzamos el 4%.
Lo cierto es que hay un amplio abanico de posibilidades. Desde variedades como Afghani #1 de Sensi Seeds, un clásico que ocupa un lugar privilegiado en las salas de cultivo de los más experimentados y constituye la piedra angular de muchos programas de crianza, arrojando, en algunos ejemplares, porcentajes de hasta un 3% de CBD; a Dancehall de Reggae Seeds, una genética mucho más actual que es capaz de expresar hasta un 14% de CBD en relación a un 5% de THC.
En cualquier caso y para que quede claro, desde nuestro punto de vista las CBD-rich son todas aquellas variedades que expresan una cantidad considerable de cannabidiol, que se hace evidente en sus efectos.
Equipo CBD-rich